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Cristina Grande

CARTA NEVADA

Artículo publicado en Heraldo de Aragón (edición Huesca) en enero de 2008

 

      Empezó a nevar sobre la N-II mientras comíamos en un restaurante de Medinaceli. Mi tío Eugenio pidió perdices. Se había dejado abierta la ventanilla del coche y en menos de una hora su asiento estaba completamente nevado. Sigüenza, Jadraque, Guadalajara, Alcalá de Henares, Madrid. Al llegar a casa, me enteré de que más de 700 vehículos se habían quedado retenidos entre Cerler y Benasque. En Castejón de Sos, mi amiga Lola veía nevar desde una ventana. Hizo una foto del abeto que crece frente a su casa. Con la imagen me envió unas palabras: “Ese silencio de la nieve me encanta, es muy relajante, casi hipnótico”. Es verdad, pensé, la nieve suaviza los contornos como una mascarilla relajante y amortigua los sonidos igual que las paredes acolchadas de un estudio de grabación. Y mientras nieva, nos sentimos más ligeros, sin complejos de culpa, seguros de la bondad del mundo, porque algo tiene la nieve de terapéutico, de gasa estéril impregnada para cicatrizar heridas. Mi tío Eugenio conducía despacito por el carril derecho y los camiones nos adelantaban haciéndonos temblar. Sin embargo, no teníamos miedo. Nevaba sobre los sementeros ya nacidos, sobre una quitanieves que avanzaba rápido por el carril contrario, sobre un ave rapaz posada en la catenaria del AVE, sobre los negros pensamientos (menos negros conforme aumentaba el espesor de la nieve). Mirábamos el paisaje como quien acaba de abrir un regalo de Reyes que, por haber sido esperado largo tiempo, hace muchísima ilusión. En su carta nevada, Lola también me decía: “Las cosas muy buenas se hacen esperar, como si quisieran que les diésemos la importancia que merecen, concedernos tiempo para preparar su llegada”.

2 comentarios

patricia esteban erles -

Me ha encantado, y es verdad que la nieve cura, sólo con mirarla

lola -

Ya no nieva, luce un sol espléndido y se huele la primavera a lo lejos, con todas las cosas buenas que nos traerá.

Muchos besos, guapa